El sombrío parque japonés: Fureai sekibutsu no sato
Escondido en un valle se encuentra un pueblo poblado no por humanos, sino por cientos de estatuas de piedra.
Escondido en un valle de la prefectura de Toyama, cerca de la ciudad de Osawano, se encuentra un pueblo que no está poblado por humanos, sino por cientos de estatuas de piedra.
Llamado Fureai Sekibutsu no Sato, o el pueblo donde se pueden encontrar imágenes humanas de piedra, ahora invadidas por la flora y abandonadas, que parecen estar observando cada movimiento de los visitantes. Es una zona única donde pasar una tarde disfrutando del ambiente y admirando las obras maestras de las estatuas.
Algunas estatuas representan deidades budistas, otras representan personas reales.
El nacimiento de Fureai Sekibutsu, o "El pueblo donde se pueden encontrar estatuas budistas", se debe a un hombre llamado Mutsuo Furukawa, un rico empresario local que era dueño de muchos de los restaurantes y hospitales de la zona. A finales de la década de 1980, quiso crear un parque que potencialmente pudiera ser un lugar donde las familias y los visitantes pudieran relajarse en un entorno natural.
Furukawa-san encargó entonces la creación de cientos de estatuas en imagen de personas locales que eran amigos suyos o trabajaban en sus numerosos negocios. Para crear las estatuas, tomó fotografías de cada persona de frente, de lado y de espaldas y envió las fotografías a China. Allí, un escultor creó las estatuas y luego las envió de regreso a la prefectura de Toyama en cajas por barco.
En total se necesitaron alrededor de tres o cuatro años para crear y colocar todas las estatuas en el Fureai Sekibutsu no Sato. Las estatuas más antiguas fueron colocadas hacia la cima de la colina, mientras que las más recientes fueron ubicadas en los niveles más bajos del área.
El Fureai Sekibutsu no Sato está dividido en dos áreas con muchos caminos. Caminando por el camino que conduce a las estatuas, encontrará la primera zona llena de muchas estatuas y motivos budistas, así como una estatua del propio Mutsuo Furukawa.
Más adelante en el camino encontramos otra zona tipo parque con la mayoría de las estatuas realizadas a imagen de los lugareños, así como imágenes de los animales del zodíaco.
Se recomienda visitar el parque durante el día para disfrutar plenamente del paisaje natural y ver las estatuas. Sin embargo, también puedes visitar la zona de noche, para ver lo aterrador que es según cuentan las historias. Algunos lugareños creen que las estatuas cobran vida cuando se pone el sol y vigilan a las personas que caminan por los senderos en la oscuridad. Al visitar el parque bajo la luna llena, las sombras proyectadas por las estatuas hacen que parezca que te siguen mientras caminas.
